ESCUELA ECUMÉNICA DE CIENCIAS DE LA RELIGIÓN
INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO
CURSO: INTRODUCCIÓN A LA SAGRADA ESCRITURA
INTRODUCCIÓN
Se ha dicho tantas veces y con atesta insistencia de que la Biblia es el libro más
incomprensible de todos, lo cual considero en parte cierta en parte falsa,
porque en realidad lo que ha sido incomprensible ha sido precisamente la
cultura hebraica o semítica, el pueblo antiguo de Israel puede ser comprensible
para los judíos actuales y naciones vecinas que comparten rasgos culturales y
religiosos pero para el occidente moderno sigue siendo enigmática la cultura
judía, y al parecer ni siquiera entre ellos mismos ha habido un nuevo
entendimiento ya que siempre el conflicto ha sido y sigue siendo parte de su
historia antigua y actual. En lo referente a los escritos bíblicos, la Biblia
tiene varios tipos de lectores, y entre los lectores mismos existen diversas
intenciones e inspiraciones, que van desde las religiosas, las puramente
antropológicas, las literarias, las filológicas, la histórica hasta las
sublimes y “apocalípticas” que en algunas situaciones han sido las más
siniestras. Tanto la escritura del Antiguo Testamento como la del Nuevo
Testamento han sido por su indebida hermenéutica motivo de confrontación y de
separación entre pueblos, entre naciones, entre familias y entre los mismos
religiosos. Incluso desde el momento en que se decide compilar estos escritos,
cuales deben prevalecer y cuales separar ha sido la causa de división; pueblos,
naciones y hasta culturas se han dividido por la interpretación y la imposición
de los textos bíblicos, tal es el caso de la misma cultura judaica.
PARA COMPRENDER EL ANTIGUO TESTAMENTO- LA BIBLIA SIN MITOS:
Tan solo basta con tener presente que cuando se abren las páginas de la Biblia
estamos separándonos por un momento de nuestra realidad, de nuestra situación
social y cultural actual, y que de momento vamos a ingresar a una cultura que
no conocemos ni comprendemos, pero que sabemos que en esos textos hay algo que
nos puede ser de mucha utilidad. Al igual que cualquiera otro libro la Biblia
exige al lector cierta disposición comprensiva; y hasta intelectiva, cualquiera
que sea la intención e inspiración y digo exige porque para interpretar un
libro cualquiera que sea; debe haber esa actitud, y la Biblia lo exige con
mayor requerimiento, dado que proviene de lenguas muy distintas a la nuestra y
que desde la primera traducción los textos han sido manoseados e interpolados
por la devoción religiosa o por la ausencia de criterio literario de los
traductores o quizás; por alguna otra conveniencia o imposición clerical. Ese
es el primer escollo que debe tener presente quien estudia la Biblia sin
importar cuales sean las intenciones de lectura o devociones religiosas, pero
resulta que es la que más obvia el lector, al menos que sea un lector
especializado. Vamos a suponer en adelante que el mensaje bíblico ha sido
trasmitido de manera integral y que sus escritos no han sufrido mayor
mutilamiento ni interpolaciones, y que todo lo que se diga será tal como se
dijo tantos siglos atrás, en otros tiempos, en otro contexto social y cultural, pero sobre todo en otro idioma, en
idiomas que ya no existen o tan solo queda un caparazón indefinible.
Pero también existen otros aspectos mucho más importantes
que todos esos de orden cultural que prácticamente han sido consecuentes en el
tiempo y en el espacio, me refiero a lo implícito de la cuestión; esto es, al
grito de lucha de estos pueblos, a las miserias, a las carencias de quienes
reclamaban la asistencia celestial. Veámoslo
en palabras de Ramírez Kidd en COMPRENDIENDO EL ANTIGUO TESTAMENTO: “a la forma
en la que los escritos surgen como respuesta a situaciones concretas de la
vida, de la comunidad, y a la forma en la que las metáforas religiosas expresan
la necesidad fundamental de seguridad de todo ser humano”.
Efectivamente la literatura bíblica se refiere a
situaciones concretas de la vida, el grito de los profetas eran clamores de
justicia para pueblos y naciones que vivían subyugados por el poder político de
poderosos reyes que gobernaban con la única intención de extender sus
territorios y ser cada día reyes de muchedumbres cada vez mayores. Pretender
que la religión de la Biblia es la misma que profesa el apasionado lector es
uno de los errores más graves, lamentablemente la mayoría de
católicos-cristianos lo consideran asi. Arens en La Biblia sin mitos expone: “Lo menos evidente acerca de la Biblia es
que sea palabra de dios o que este inspirada por dios, puesto que afirmar eso
presupone asumir una actitud de Fe: no es un dato objetivo. Prueba de ello es
que no todos reconocen la Biblia como tal, pero si la reconocen como
literatura, afirmar que la Biblia fue inspirada por Dios es atribuirle una
cualidad que no es objetiva ni evidente en sí mismo, y que solo se admite con
la Fe, como creyente”. Efectivamente; la actitud y la condición de creyente
no es la más apropiada para estudiar y analizar los textos bíblicos porque se
incurriría en muchas pretensiones y errores.
Pretender también que la Biblia es Palabra de Dios es otro
gravísimo error que confunde al apasionado y religioso lector, pretender que la
Biblia es la única fuente religiosa es un error aún más grave, pretender que la
Biblia es el libro más antiguo de la humanidad sigue siendo un grave error; es
ignorar a los sumerios, a los mesopotámicos, a los persas, a los caldeos, a la
gran civilización babilónica, a los “egipcios” y sus colosales construcciones
astronómicas y muchas otras grandes civilizaciones y sus respectivas
religiones, pero más grave aún es pretender que los hechos bíblicos son todos
verdaderos. El no dejar ningún margen al simbolismo es uno de los obstáculos
para comprender las lecturas bíblicas trátese del Antiguo o el Nuevo
Testamento. El pretender que si un hecho fue verdadero o falso no tiene
importancia, que lo único que tiene importancia es la experiencia vivida en la
narración no es un error; es un tremendo engaño, y de que me sirve vivir
engañado. En última instancia para seguir un criterio de verdad tiene cierta
validez lo que Ramírez Kidd dice:” decisivos
para determinar la verdad de una narración
son los puntos de vista, los sentimientos, las acciones y reacciones de los
personajes en la narración”. ¡Claro, determinar todos estos aspectos
habría que hacer una lectura psicológica!!
La comprensión de quiénes eran los pueblos bíblicos es
fundamental para alcanzar cierta claridad de sus situaciones y necesidades. El
tema de Pueblo de Israel ha suscitado la incertidumbre
entre los estudiosos bíblicos, existen diferencias entre estos estudiosos sobre
la conformación de los hebreos, personalmente creo que el Pueblo de Dios fue
una conglomeración cultural (algo muy similar a lo que ocurre en las grandes
ciudades de EEUA) que se dio al margen de dificultades existenciales que genero
el éxodo de pueblos adyacentes hacia una determinada región que marchaba
progresivamente. Pretender que los hebreos eran culturalmente únicos es
incurrir en error, si hubo una cultura diversa fue precisamente la “cultura”
hebrea (es como si en una de esas ciudades de los EEUA o todos los inmigrantes
de esa nación con el tiempo formaran una cultura alterna a la de los ciudadanos
de esa nación). Y es esta diversidad o complejidad étnica lo que hace que el
Pueblo de Israel sea incomprensible desde cualquiera enfoque de las ciencias
sociales.
La variedad literaria de los estilos bíblicos obedece
precisamente a esta complejidad social-cultural del Pueblo de Dios, Israel como
Pueblo de Dios es difícil de entender, pero más difícil es aun entender su
religión, o más bien; su sentir religioso, su forma de expresar ese sentimiento
religioso varia de una etnia o grupo a otro, de una inspiración a otra, el
sentir de cada pueblo que conformo ese gran Pueblo de Dios es diferente en
intención y acción y sobre todo en clamor. El hecho de que como Pueblo de Dios
se identifique una tradición común del sentir religioso, obedece, 1°; a que los
escritos hayan sido escogidos por sus coincidencias literarias y 2°, porque
como pueblo unido y tratado en tierras extranjeras abogaran por una
“independencia” (tal como lo harían o lo llegarían a ser los inmigrantes en los
EEUA) religiosa y hasta cultural, pues como pueblo ya tenían mucho tiempo de
estar unidos, muchas de sus costumbres ya se habían fusionada o trans-culturizado,
y las lenguas se iban eliminando con el transcurrir del tiempo hasta ser cada
vez menos. No concuerdo en todo con Ramírez Kidd al defender que los ligaba
originalmente una tradición común, pero esta tradición común sucede con el
tiempo y sucede precisamente en la convivencia, en la experiencia de vida;
vivida como pueblos congregados. La promesa de la tradición de un pueblo se
había convertido en la tradición de todos los pueblos, la promesa de la
tradición de una tierra o reino prometido no es otra cosa que la necesidad de “tener casa propia” y esta necesidad se
había convertido en la necesidad de todos, el odio de un pueblo se había
convertido en el odio de todos, la persecución de un pueblo se había convertido
en la persecución de todos y, por último; el templo de unos llego a ser el
templo de todos.
Pues bien; uno de los aspectos más relevantes en la
comprensión de los textos bíblicos han sido las profecías y la poesía, sus
autores han sido poetas y profetas, el profeta anunciando y denunciando, el
poeta orando; ambos han creado ese particular estilo enmarañado que inspira y
confunde al lector de diferentes maneras.
El sentimiento religioso es algo innato en los seres humanos, y como tal
su manifestación no ha de ser muy diferente entre seres, aunque sean de
distintas regiones y culturas y con diferentes idiomas o lenguas, y con mayor
razón cuando se comparten las mismas necesidades y se sufren las mismas
calamidades o se viven las mismas felicidades o “bendiciones”, tanto en el
dolor como en la dicha el sentimiento religioso brota en los seres pensantes.
Sería injusto pensar que el estilo poético-religioso bíblico es un “plagio” de
las antiguas religiones, y asi lo resalta Ramírez Kidd: “la similitud entre estas oraciones y textos de la Biblia no se explica
porque la Biblia, siendo una obra más reciente, haya “copiado” tales textos,
sino porque ambas oraciones reflejan la naturaleza humana y pertenecen a una
tradición religiosa común”.
De manera que "no existe" ese supuesto plagio, esa pretensión
de que los escritos, los estilos y la poesía
bíblica es copia de anteriores culturas es falsa, insistir en la idea es
simplemente negar esa inspiración humana o bien sea; esa necesidad de religarse
con el origen (Dios), ese clamor a "Dios" cuando se está en las buenas pero sobre
cuando se está en las malas, ese clamor no es diferente porque se es negro,
chino, rojo o blanco, si se es humano se sentirá lo frio, lo caliente, el
sueño, el hambre y nadie va a dejar esos sentires porque pertenece a una raza
diferente.
En la actualidad se cuenta con el aporte de las ciencias
sociales o ciencias de la religión para los estudios bíblicos, el aporte de
disciplinas como la lingüística, la literatura, la sociología, la antropología
y la filosofía han sido decisivos en el estudio de los textos bíblicos, es por
el aporte de estas disciplinas que los mitos bíblicos se ha ido humanizando. Arens
en la Biblia sin Mitos rescata: “Mientras se define la Biblia estrictamente como la palabra de dios comunicada por
inspiración divina a determinados personajes no se pensaba preguntar cómo y por
qué se escribió tal o cual libro, quien fue el escritor, y si se utilizó alguna
tradición o fuente de información, si estuvo influenciado por la situación
histórica en la que vivía, si concuerda lo que afirma el autor con lo que se
halla en otros libros de la Biblia, etc. Ha sido solamente a partir de ciertas
constataciones que se ha empezado a ver la Biblia desde el ángulo humano e histórico:
el descubrimiento de textos afines a la Biblia en el oriente medio que son más
antiguas que la los bíblicos, como los mitos mesopotámicos de la creación,
salmos cananeos, proverbios egipcios; los estudios de lingüística y la
literatura; las ciencias humanas que han ayudado a
tomar conciencia de que la biblia es comunicación basada en situaciones orales”
A manera de resumen; los hechos bíblicos seguirán siendo
fuente de inspiración divina para la mayoría de lectores en una cultura como la
nuestra, una cultura que en aspectos bíblicos se guía por la Fe, incluso el
estudiante creyente difícilmente va a dejar su Fe a un lado entre-tanto le
toque estudiar con fines académicos los textos bíblicos. Por ostentación académica puede que se atreva
a hacer críticas a esa manera de interpretar la Biblia como palabra caída del
cielo, pero en el fondo le va a pasar lo mismo que Ramírez Kidd cuando por
primera vez escucho referirse a la Biblia en términos concretos o
antropológicos. Siempre va a existir una actitud de defensa de la Fe, porque de
lo contrario sería renunciar a esa Fe, o al menos; a asumir una actitud menos
dogmática, lo cual le acarrearía esos conflictos familiares inter-religiosos
cuando un miembro de la familia empieza a separarse de la tradición religiosa o
empieza a expresarse diferente a como era tan solo unos años atrás en el
colegio. Es muy común escuchar a gentes decir que la universidad es la culpable
de que el estudiante cambie su manera de pensar a Dios, o de que ya no quiera
nada con Dios o con la religión, y no es que no quiera nada es simplemente que
ha habido un cambio de actitud en donde esos acontecimientos religiosos que
solamente eran aceptados por la Fe, en
adelante serán sometidos a otros filtros en donde las respuestas van a ser incomodas unas más que otras pero
esa incomodidad va a estar en función del grado de pasión o fervor religioso
que le haya quedado. Para terminar, voy a hacerlo con un párrafo de Víctor
Madrigal en Notas Introductorias al Estudio de la Biblia: “Concretamente, acontecimientos acogidos a la luz de la fe como la
encarnación, la resurrección o pentecostés resultan “problemáticos”. Esos
eventos responden a elaboraciones teológicas hechas por comunidades de
creyentes, “difíciles” de encuadrar dentro de la objetividad empírica de la
historia. Es decir, son históricas en cuanto son un producto cultural
particular, validas al interno del cristianismo peo polémicas cuando se
pretende atribuirles un sentido histórico estricto”