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SEGUNDA ENTREGA ÉTICA TEOLÓGICA 2° SEMESTRE- ELEMENTOS
TEÓRICOS DE LA ETICA
A manera de
introducción, la lectura de Peter Singer se convierte en un interesante
análisis de las diferentes actitudes humanas tanto en lo individual como en la
colectividad de las diferentes normas de conducta humana que fueron creadas
para la convivencia en las comunidades organizadas y como fueron creadas. Las
agrupaciones humanas desde un principio tuvieron que crear códigos o normas
para que la convivencia fuera posible, las agrupaciones humanas como
agrupaciones racionales y sociales se vieron en la obligación y la necesidad de
crear sistemas de convivencia precisamente para evitar las contingencias
vividas dentro de las agrupaciones nómadas, y aunque en estos grupos también
existieron reglas, también es cierto que estas formas de vida rudimentarias
eran menos dependientes de las mismas. Es como si pensáramos que en las
comunidades gitanas tradicionales no existieran normas o conductas, claro que
las hubo o aun las hay, pero no son reglas propias de la vida en las sociedades modernas, pues
la vida en la sociedad moderna debe sostenerse como tal y para lograrlo necesita progresar
y es en el progreso donde se deben establecer las estrategias, de manera que
los antiguos códigos morales y sociales surgieron más como una estrategia de
cohesión social que como una disposición moral, solo que para alcanzar esta
cohesión social, primero lo primero, primero hay que establecer los deberes y
los quehaceres de los ciudadanos y cuáles serán sus derechos, pues ningún pueblo puede pretender constituirse sin la protección de sus habitantes y sin
la definición de sus prioridades inmediatas y mediatas, lo inmediato es más de
las agrupaciones nómadas y lo mediato lo es de las sociedades formales y
sedentarias.
-LA ETICA EN LA ANTIGÜEDAD MESOPOTAMICA: (pág. 63-80)
Mesopotamia fue la gran región en donde se dio el punto de
inflexión entre la prehistoria (neolítico) y la historia. Pues fue en esa
región donde se ubicaron los primeros asentamientos sociales constituidos como
ciudades o urbes organizadas como tales: una ciudad principal (Babilonia) y una
periferia de ciudades secundarias ( Ur, Uruk, las más importantes) La nueva
organización social, requería de una nueva legislación, y fue en ese momento en
que surge como respuesta a este nuevo estilo de vida, diferentes condiciones de
convivencia. De manera que, las necesidades sociales en la nueva ciudad,
Babilonia requerían leyes y normas, muy diferentes a las que ya existían
anteriormente, porque no se debe pretender que las poblaciones nómadas carecían
de organización social, de manera que cuando en Mesopotamia aparecieron las
primeras legislaciones sociales, estas provenían de otras anteriores, porque la
historia no empieza en Babilonia, solamente se empieza a escribir en esa
primera ciudad y luego se extiende hacia las otras. El código Hammurabi,
establecido por este personaje que creo el Imperio Acadio y funda Babilonia da
un gran impulso a la escritura cuneiforme[1], de manera que las leyes
de justicia y de distribución social estaban escritas en piedra, y eran
imborrables e inmutables. La justicia siempre ha estado en medio de los seres
humanos, para algunos como divinidad para otros no, en el caso de la antigua
Mesopotamia, la justicia estaba ahí, para la protección de los súbditos y para
cumplir con la divinidad, en el caso del código de Hammurabi, el propósito
ético era “promover el bienestar de los súbditos asegurando la justicia
mediante la eliminación del mal y de los malvados” (1)
En una hierocracia la presencia del bien en superación del
mal no puede estar ausente, al menos que sus dioses o divinidades sean crueles
y sangrientos en contra de sus propios súbditos, el bienestar de los súbditos
es el progreso y la sobrevivencia del monarca. La divinidad o las divinidades
no pueden ser atendidas si la injusticia es la que reina, por eso es necesario
crear leyes de protección y bienestar. Una de las situaciones que más
estigmatiza a estas civilizaciones es su religiosidad, existe un falso
sentimiento de crueldad social por el solo hecho de ser estas antiguas
culturas, civilizaciones politeístas, y en un segundo plano la esclavitud, la
incomprensión de la esclavitud en el mundo antiguo es estigmatizante, al menos
en la antigua Mesopotamia la esclavitud era un mal designio o infortunio de
algunos seres, y nunca como pretenden muchos de que la esclavitud siempre ha
sido una crueldad hacia seres muy inferiores. La esclavitud en la antigüedad
era una forma de status social, pero era una estadía temporal, era una condena
de sumisión por no haber cumplido con responsabilidades sociales. Si bien es
cierto, era una sumisión, pero esta no implicaba el maltrato ni el desprecio.
Hago esta intromisión, porque cuando se hace referencia a estos antiguos pueblos
lo primero que se piensa es en que eran culturas eslavistas y llenas de dioses,
lo que genera un prejuicio social-religioso antes que un criterio
histórico-antropológico, pues la esclavitud siempre se ha relacionado con la
crueldad y el despotismo.
Mesopotamia, región entre ríos, entre el Tigris y el
Éufrates Actualmente Iraq y parte de Siria. SIGLO XII Y X BCE La región
mesopotámica estaba constituida burocráticamente, y más o menos 5000 años BDC
se crean los primeros asentamientos sociales, o ciudades organizadas como
tales. El Imperio Acadio con Hammurabi al frente crea la primera ciudad
mesopotámica, y crea Babilonia como capital del Imperio Acadio.
El legado de estas ciudades proviene de las civilizaciones
sumerias. Ciudades hierocráticas, la religión era la que establecía las formas
de convivencia en cada una de las ciudades mesopotámicas. El Rey o soberano era la máxima autoridad, con
poder absoluto sobre lo político y lo religioso, pues era el hereditario del
poder divino en la casa de dios, y como tal era un intermediario entre los
dioses y los súbditos.
El código Hammurabi, el más antiguo conjunto de leyes,
basado en la ley de la compensación (talión) El código era revelado por la
divinidad o divinidades. Se establecía el código para promover el bienestar de
los súbditos, y que los fuertes no oprimieran a los débiles. Con el código
Hammurabi la escritura cuneiforme da un salto muy importante
Cada una de las ciudades mesopotámicas estaban dirigidas
por un gobernante local, elegido por Dios; el representante de Dios en la casa
de Dios.
Los monarcas en la ciudad eran dueños y señor de todo,
administraban la justicia y las actividades religiosas
Cada ciudad tenía su propio templo con sus propios
seguidores
Los templos eran el centro administrados social y de la
justicia
Los templos eran parte de la identidad de los ciudadanos
Los delitos menores se resolvían frente a “la puerta” de
los templos (templos locales)
Los delitos mayores se resolvían a lo interno del templo.
(templo mayor)
Los templos tenían su propia legislación y hasta su propio
código
El templo general era el rector legislativo, el gran
tribunal de la justicia.
La jerarquía social estaba encabezada por la nobleza, los
mercaderes, los artesanos, los campesinos y los esclavos.
La hierocracia y el código de Hammurabi como forma de
gobierno y como aplicación de la justicia se convierten en la conducta y la
ética del trabajo en las sociedades de la antigua Mesopotamia.
La hierocracia como
forma de gobierno. ¿De dónde obtuvo Hammurabi la idea de ser el intermediario
de las divinidades en la tierra, fue por ansia del poder, o fue por una
necesidad de poder?
Las respuestas no trasladan a los ancestros de la familia
de Hammurabi, y para la familia mediata e inmediata de éste, este poder es un
legado ancestral. Lo cierto es que gobernar por mandato de Dios es y ha sido
siempre una “realidad”, lo fue y lo sigue siendo hasta nuestros días.
La “mano dura” siempre ha sido una necesidad en todo grupo
social, y toda legislación que haya sido “justa” ha sido una legislación
inviolable, la ley del talión entre las antiguas ciudades procuraban la
justicia, y es que la justicia es precisamente eso; un equilibrio de bien o de
mal, si se hace bien por mal o mal por bien, es porque la justicia es ciega.
Las sociedades mesopotámicas se regían por una ética del trabajo, ya que lo
principal era el desarrollo de la industria y los trabajos especializados, la
instrucción y las normas de conducta era para que cada cual cumpliera de la
mejor manera sus responsabilidades para con el monarca y para las divinidades.
Y estas normas e instrucciones eran parte integral de los cultos que eran
dirigidos ideológicamente por el monarca.
En el código Hammurabi y otros códigos egipcios la justicia
se cumple porque está escrita.
LA ETICA INDIA: Para hacer la diferencia entre ética india
y ética occidental, primero hay que empezar diferenciando entre “filosofía”
oriental y filosofía occidental, luego entre espiritualidad oriental y
espiritualidad occidental, pues la espiritualidad oriental es consecuente de la
filosofía, entre tanto en occidente no se puede afirmar tal consecuencia.
Existen grandes diferencias entre unas y otras, se considera que la espiritualidad
oriental[2] (refiriéndose al
hinduismo) es una transformación de lo interior; precisamente por esa cuota de
moral y ética que lleva implícita esa transformación, y que la espiritualidad occidental es una
transformación de lo exterior, precisamente porque hace a un lado esos
principios morales y éticos dedicando un mayor esfuerzo a lo teórico, de ahí
las históricas diferencias culturales, que en la actualidad ya no se distancian
tanto una de la otra.
Negar o pretender que la cultura y por ende las religiones
hindúes no tienen ética es sencillamente desconocer esa transformación
espiritual de las religiones orientales hindúes, porque es precisamente en esa
transformación donde radica la conducta y por ende la disciplina de los
hindúes, especialmente en el budismo y el jainismo, justamente los sistemas
religiosos no teístas. El budismo y el jainismo se constituyen en los sistemas
religiosos más disciplinados y prácticos de una vida virtuosa, en oposición a
una vida viciosa. Y un símbolo de esta vida virtuosa es la belleza y la
pulcritud de la flor de loto, una flor que crece en la inmundicia y nunca se
contamina de la fealdad ni de la pestilencia del barro, asi mismo debe ser la
conducta del buddhi, o sea, “el practicante”, no contaminarse de la hostilidad
del ambiente. El yogui o yoga es el camino del practicante y en ese camino se va
a encontrar con ambientes tan pestilentes como la inmundicia donde crece la
flor de loto y la virtud del practicante consiste en no contaminarse.
En el hinduismo también existen los libros “sagrados” y
estos textos son la guía para la buena conducta, existen varios y entre los
mismos existen los sutras (enseñanzas de los budas ) para alcanzar la
iluminación o la realización espirtual y por consiguiente un “vida preciosa”[3]. Los himnos védicos como un
canto a la virtud humana se convierten en parte de esa enseñanza espiritual que
permite la iluminación, una vida iluminada es una vida plenamente espiritual
que solo se guía por los votos.[4] El Rig-veda se convierte
para los hindúes como el libro que contiene y revela el conocimiento de las
“palabras sagradas”, y muchas otras palabras sagradas solo se revelan a los
iniciados y en ceremonias, fuera de la ceremonia ya no se pueden repetir.
La idea del bien y el mal entre las religiones hindúes
cambian de conceptualización, así, vemos que, en el budismo y el jainismo, al
menos los que más desarrollan este concepto, se convierte en una transposición
de valores, valores positivos y valores negativos. “La felicidad, la salud, la
supervivencia, la descendencia, el placer, la tranquilidad, la amistad, la
verdad y el conocimiento, etc.”, (2) son valores positivos que se deben
cultivar, pues son el dharma y el karma positivo, entre tanto, la desgracia, el
sufrimiento, la enfermedad, la mentira el daño, la ignorancia son valores
negativos, son el karma negativo.
Las culturas hindúes se agruparon en el Valle del Indo y
descienden de la cultura harappa entre el 3000 y el 2000 BDC. En el 1500 BDC se
da la creación de los vedas y el desarrollo del politeísmo. En el 500 BDC se da
el desarrollo del Upanishads, los textos filosóficos claves para el hindú, solo
que es una filosofía de vida, basada en la práctica a través de la experiencia
vivida.
La etapa transcurrida por la ética india se inicia con la
ética brahmánica; la más antigua, la ética hindú clásica, la ética de los
upanishads, la ética smarta, la ética jaimista y la ética de Gandhi.
Lo más relevante del hinduismo es sin duda la ley de causa
y efecto, el dharma y el karma, dos principios que conforman la cosmovisión
espiritual del brahmanismo o el hinduismo. Es a través de esta cosmovisión que
el hindú pasa su vida entera tratando de liberarse de la reencarnación o del
eterno retorno, y es en este tratar que configura su vida a través de una
disciplina rigurosa y minuciosa; y poniendo en práctica un comportamiento ético
y moral de transformación de lo espiritual. La comida, el pensamiento, las
palabras y el amor filial,[5] se convierten en el
hinduismo en las claves para alcanzar la iluminación y por consiguiente la
transformación espiritual. En las religiones hindúes la cosmovisión del karma
los induce a una estricta vigilancia de sus acciones, tanto en lo que piensan y
hacen como en lo que comen, pues algunas comidas generan la excitación y por
ende la violencia, pues, “si puede evitarse y agotarse el karma podría romperse
el cautiverio, detenerse el proceso cíclico” del nacer y morir, pues la
reencarnación es para eliminar karma.
La historia del hinduismo o el brahmanismo, según los
historiadores occidentales, se remonta a 3000 años BDC, lo cual no es correcto,
pues existen datos y textos de las dinastías antiguas y que son actualmente
utilizados como enseñanzas búdicas; tales como los sutras que datan de 5000
años BDC.
Se le atribuye como descendientes directos de los hindúes,
a los arios, gente de la antigua Persia, al menos en lo místico si se puede
hacer tal afirmación, pues el símbolo que representa al brahmanismo es un
símbolo sanscrito preveniente de la “gente aria” y es un símbolo de mucha carga
ideológica en el mandarín, me refiero a la esvástica, la cual no solo es
símbolo brahmánico, sino que también lo es para la cosmovisión Shiva y del
Visnú, y lo fue para el nazismo.
LA ETICA BUDISTA: En la ética budista el fin es la
felicidad, el ideal de felicidad como fin último del individuo. La ley de la
causación, causa y efecto, es el aspecto moral de la ética en el budismo, y es
a través de este seguimiento de la causación que se alcanza la iluminación. Si
la persona da recibe riquezas y si quita recibe pobreza, pero no solo se trata
de un dar material, sino de un dar espiritual también, dar lo material, dar la
verdad y darse asi mismo, quien tiene la verdad tiene la responsabilidad.
La ética budista está conformada por grandes virtudes y la
aporta en la construcción del carácter humano, pues es una ética para el
desarrollo humano, el deber del individuo es la práctica de la virtud, y la
virtud se alcanza en la contemplación de las ocho rectitudes: la recta
comprensión, el recto pensamiento, la recta palabra, (eliminar toda palabra
negativa u obscena) la recta corporalidad,(no al desdeño o abandono físico en
el vestir o la semi-desnudes) la recta actitud, el recto esfuerzo, la recta
conciencia y la recta concentración.
Los parámetros morales o virtudes en el budismo son las
reglas y las enseñanzas de los budas para poner en práctica una vida libre del
sufrimiento, el sufrimiento en el budismo es precisamente el desacato a las
enseñanzas búdicas, y no se trata de dogmas, se trata de la experiencia de los
budas para alcanzar el estado de espiritualidad o iluminación.
A grosso modo; en el budismo se nace con una deuda karmica,
la iluminación es para “cancelar” esa deuda, y si no se hace lo necesario para
cancelar esa deuda, la deuda se hace mayor, es por eso que es necesario ir
agregando o aportando dharma para que el karma disminuya. El dharma y el karma
es el eje de la cosmovisión búdica, la iluminación solamente se alcanza
aportando dharma, pues es en el aporte dharmico que la deuda karmica se
cancela. El carácter y el temperamento de la persona se convierten en grandes
obstáculos para alcanzar la iluminación, el vicio es vivir una vida dominada
por el carácter y transgredida por el temperamento, de ahí que la virtud o las
virtudes deben convertirse en las guías de cada persona, el individuo debe
llevar a su existencia la misericordia, la compasión, la alegría y la
ecuanimidad para que el camino hacia la iluminación no se haga difícil, pues si
estas virtudes están presentes en la vida de cualquier practicante o bodhisatva
el trabajo de la iluminación estará sereno y no perturbado.
El budismo es una doctrina filosófica-religiosa, enseñada
en un principio en el noroeste de la India, fue fundada por el Buda Gautama o
Buda Shakiamuni en el siglo VI BDC, pero sus orígenes mediatos están en el
movimiento Sramana, religiosos hinduistas del periodo védico del siglo II BDC, literalmente
Sramana significa “el que se esfuerza” y el que práctica la austeridad o
rectitud.
El hecho de que en el budismo no existe una jerarquía
vertical y que no es una religión teísta, convierte a esta religión más en una
filosofía o disciplina de vida y de la observancia interior de los actos
humanos, pues el despertar espiritual o la iluminación solo son posibles
mediante este trabajo interno o espiritual. Sin la necesidad de una autoridad
religiosa humana o propia de la metafísica, la ética budista se convierte en
una práctica liberadora y emancipadora del sufrimiento humano. Para tal efecto,
los “textos sagrados” o discursos de los budas se convierten en guías, más que
imposiciones doctrinales. Son muchos los
aspectos rescatables en la ética budista, el primordial es sin duda el camino
del Nirvana, el cual se recorre por motivos propios. El propósito es alcanzar
el despertar espiritual llamado “Bodi”, a través de técnicas y prácticas
espirituales, que no son otra cosa que contemplaciones morales para liberarse
del sufrimiento y salirse del ciclo de la reencarnación. Toda la práctica
budista se resume en la cultivación, y la cultivación es darle a la existencia
humana esa cosmovisión de que la vida se puede corregir constantemente, y que
si se corrige con la constancia del Buda se alcanza la iluminación o la
transformación espiritual, algo así como el equivalente de la resurrección del
cristiano.
Si bien es cierto, en el budismo no existe una teología
como tal, pues no existe esa autoridad celestial de donde emana la “verdad”, si
existen principios éticos y morales que le permiten al individuo transformar su
naturaleza humana a través del desarrollo ético y moral, si bien es cierto,
esos principios no son dogmas ni revelaciones de lo sobre-humano, lo cierto es
que esos principios son las herramientas morales, conceptos éticos o “virtudes”
que aporta el budismo para la construcción del carácter humano. A la ética
budista solo le interesa el desarrollo humano, y el desarrollo humano solo es
posible recorriendo el camino de Nirvana.
LA ETICA CHINA CLASICA (550-132 BDC) surge en una época en
la que el budismo y el confucionismo se encuentran. Con Confucio al frente, la
moral y la ética china se reduce a una disciplina social, la educación social
es lo esencial, es la ética del Tao: el camino. Todos los pensadores chinos
posteriores a Confucio adoptaron el Tao como el camino correcto de la enseñanza
de los antiguos sabios o los Budas. La enseñanza del Tao ilumina las vidas pues
es el “único” para eliminar el karma negativo y añadir karma positivo para
liberarse del “ciclo del nacer y morir”; o bien sea, la reencarnación o el
eterno retorno. El Tao en la ética china en el caso de Confucio, se convierte
en un discurso o un lenguaje práctico, un lenguaje que es incorporado al ritual
como un código social, en el ritual no se hace oración ni se piden milagros,
sino, se definen las acciones para alcanzar la orientación y la buena conducta.
El lenguaje en la ética china se convierte en un convencionalismo semántico
para orientar y educar, tanto así que, la rectitud de Li solo se consigue en el
ritual, y el que tiene LI tiene la virtud en lo social y lo moral, tiene la
solemnidad, que no es otra cosa que un estilo de vida ejemplar, buenos
pensamientos, limpieza de boca; es decir, no decir palabras groseras ni
obscenas, no desdeño en el vestir, y una disciplina dietética vegetariana, no
ingerir bebidas u otros alimentos que indispongan o alteren la paz del
espíritu.
Uno de los grandes adversarios de Confucio fue Mozi,
(479-372 BDC) con una doctrina más práctica que la de Confucio, por lo que se
convierte en un detractor del punto de vista ético de Confucio. Con una ética
utilitaria, a diferencia del convencionalismo moral confuciano, las normas
convencionales de Confucio chocan con la benevolencia o en humanismo de Mozi.
Una ética que se basa más en la educación social y otra que se basa más en el
la utilidad y el bien de la sociedad, pues Mozi considera que el único criterio
para juzgar una doctrina es el bien que esta aporta a los pueblos o a la
sociedad. En Mozi la utilidad es la base de la conducta, entre tanto Confucio
se dedica a enseñar o educar para que el pueblo tenga esa buena conducta.
LAO-TZE (siglo VI BDC) es el autor del Tao Te King, libro
en el cual los nombres proporcionan todos los caminos morales y el Tao es el
camino para alcanzar la realidad de este mundo. Laotze a diferencia de Confucio
adopta un anti-convencionalismo semántico, los nombres son una mezcla de
símbolos y alegorías para fundamentar un paralelismo entre naturaleza y seres
humanos, es como si dijera, para que las palabras si somos una copia de la
naturaleza. Aun asi, los nombres guían a la discriminación, al deseo y la
acción sea esta buena o mala, y es por esa razón que Lao-tze recomienda que la
lingüística no debe servir para guiar ni para instruir, y si las doctrinas
éticas tienen su significación en los nombres y en el mismo lenguaje, no deben
ser estos nombres y el lenguaje las guías para conocer tales doctrinas, pues lo
aprobado y lo no aprobado (shi fei) no debe ser solo porque una significación
lingüística lo determine como lo útil y lo bueno o como lo contrario, sino, que
debe ser distinguido por la disposición y la actitud natural del individuo.
Cuando Lao-Tze afirma que la acción es a través de la inacción, solo está
diciendo que dejando de hacer lo que el lenguaje en su significación
lingüística me está sugiriendo hacer o pensar es como realmente se acciona en
el Tao. En esto consiste precisamente ese anti-convencionalismo lingüístico, en
el cual el ritual se convierte en Lao-Tze en un refugio de la ignorancia, pues
cuando los seres o el individuo han perdido toda su energía cambiante y
transformadora no le queda otra opción que el ritual.
Mencio,[6] pertenece a ese movimiento
anti-lenguaje según el cual, para guiar la conducta humana no es necesario el
lenguaje o las palabras, pues para una guía de la conducta está “el mandato del
cielo” o el hilo dorado, y este mandato celestial no es parte de ningún
lenguaje, sino, es parte de nuestra condición y disposiciones naturales, y las
pautas se encuentran innatas en nuestras capacidades naturales, es parte de ese
aliento (qi) de vida que nos dispone a vivir la vida asignada. Según Mencio, el
carácter depende de la naturaleza y no de la cultura, aunque es bueno cultivar
la cultura, y por lo tanto, el desarrollo del carácter moral puede encontrarse
con muchos obstáculos, y el mal uso del lenguaje es precisamente uno de esos
obstáculos.
Para mostrar esa
innata disposición de nuestras capacidades naturales para vivir conforme al mandato del cielo, los seres deben
cultivar las “cuatro semillas”: la simpatía hacia los demás, esto es; la
cortesía,- la vergüenza; avergonzarse de
nuestras malas acciones no solo de obra sino de pensamiento,- mostrar respeto y diferencia, respetar el
puesto, esto es; respetar a los que nos aventajan en edad, respetar a las
personas en su situación social, independientemente de si esta situación social
sea precaria, o sea estable y por último, discernir y diferenciar lo aprobado y
lo reprobado. En Mencio la moral es hereditaria y no un producto de la
civilización, y como tal, se va conformando; conforme la mente del individuo se
va llenando del “qi” o el aliento de vida, por eso, el criterio de la conducta
moral es por la mente del sabio y no por la lingüística, pues la lingüística
solo hace un resumen imaginable del Tao correcto, el tao correcto es práctica,
es una forma de pragmatismo oriental.
La conducta en Mencio, es por una disposición natural, y no
por un código Li, entre tanto el lenguaje en el código Li transforma la
conducta social de los pueblos, en la humanidad de Mencio el lenguaje se
convierte en una fuente de distorsión de la conducta moral y de realidad
externa, pues es con ese carácter natural, inclinación u orientación moral que
se construyen los pueblos.
Otras posiciones éticas, también corresponden a
disposiciones naturales, y aunque difieran de las convencionales, también son
prácticas o pragmáticas, tal es el caso de loa neo-mohistas, que afirman que el
lenguaje natural no se adecua ni debe adecuarse al criterio de un nombre o una
cosa, sino, que solo debe adecuarse. En todo caso, el pragmatismo de estas
otras escuelas al ser menos idealistas se convierte en más naturalistas, esto
es, en una ética y moral que se puede constatar entre lo convencional y lo
natural, o bien sea, entre esa disposición natural y la convencionalidad
lingüística. En todos casos el confucionismo aún continúa siendo la base de la
moralidad y la ética en gran parte de la cultura oriental.
LA ETICA JUDIA: Es una ética idealista.
Uno de los primeros problemas que plantea la cuestión de la
ética judía es la gran diversidad de judaísmos que existen, pues cada judaísmo
tiene su propia contextualización religiosa de ética, aunque cada uno de estos
judaísmos tienen las mismas fuentes, el Halakhah, la fuente legal de la ley
judía, proveniente de los textos del Talmud. Pero, esta contextualización
religiosa-ética es otro de los problemas que se encuentra en la búsqueda de un
planteamiento de la ética judía. Aparte de estos problemas, problemas en cuanto
a definir una ética que incluya e identifique todas esas presencias judaicas en
cuanto principios sociales y morales, la ética Judea en general es similar a la
ética de las religiones orientales hindúes y búdicas, las diferencias son
meramente religiosas, religión en cuanto verdad “sobrenatural”, pues la
religiosidad judaica se inspira y se estructura en la idea de un dios omnisciente,
omnipotente que habría creado el universo y elegido al pueblo judío para
revelarle la ley de los diez mandamientos, entre tanto, la religiosidad búdica
o hindú no tiene esa base teísta La religiosidad judaica y la religiosidad
hindú o búdica se diferencia precisamente en ese aspecto de la religiosidad,
entre tanto los budas trasmiten la verdad de los sabios, los judíos apelan a la
verdad de Dios, su Dios personal y exclusivo del pueblo de Israel o de los
hebreos.
Existe, una relativa similitud entre los principios éticos
entre ambas, pero al incluir la disposición teísta, la ética da un giro y se
convierte en una ética derivada y descendente, en una ética de lo sobrenatural,
pues al ser el hombre imagen de Dios, al hombre le toca imitar a Dios para llegar
a ser como Dios, pero sin ser Dios mismo. La creencia en Dios exige el
perfeccionamiento moral y se constituye en el cumplimiento de la religiosidad
del judaísmo.
De manera que, la ética judía no se separa del quehacer
religioso, aunque ambas cosas llegan por separado, pues la tradición en el
judaísmo es en parte religiosa y en parte ética, entre tanto la religiosidad es
una enseñanza de la Torah que es la que manda a los judíos a imitar a Dios y a
cumplir con los mandamientos, la ley judía proviene del Halakhah, el cuerpo de
leyes que rigen la conducta judaica al estilo del budismo con el Tao, pues
tanto el Halakhah como el Tao son “el camino” correcto de la buena conducta.
Quizás, lo más rescatable de la religiosidad y la ética
judía es ese idealismo de perfección, la de alcanzar el perfeccionismo tan solo
con imitar a Dios. Según los judíos, los seres humanos para alcanzar la
autorrealización solo les basta con contemplar su naturaleza humana de la misma
manera que se contempla la naturaleza divina. Y para alcanzar parecerse a esa
naturaleza divina, la religión judía exige las leyes morales y sobre todo
obedecer las exigencias morales, pues el ser humano está capacitado por
naturaleza para reconocer cual es el camino correcto y caminar por él.
Las principales ramas de la ética judía son el judaísmo
ortodoxo, el reformista, el conservador, re construccionista, el judaísmo caraita
y el jasidico, todos tienen como escrituras sagradas el Torah, el Tanaj y el
Talmud y todos tienen como lengua original el hebreo, y proviene de la región
de Canaán en la Mesopotamia.
LA ETICA CRISTIANA: Es una ética idealista al igual que la
judía, pues se deriva de ésta y sus fuentes son en parte las mismas, pues ambas
se nutren de la ética bíblica tradicionalista, solo que la ética cristiana
tiene a diferencia de la ética tradicionalista del Antiguo Testamento el
respaldo de la teología del Nuevo Testamento, especialmente por esa rama
teológica de la ética moral. Otras diferencias formales pues no se trata de
diferencias de fondo, es que la ética cristiana no es ley ni tradición, tal
como si lo es la ética judía, además, la ética cristiana se nutre del helenismo
y adopta términos griegos como la bondad, la verdad y la belleza para
introducirlos en las enseñanzas del cristianismo, la cual es expresada a través
del culto y la oración. En la ética cristiana el culto y la oración son los
pilares de la fe, y entre mayor sea la fe mayor será la “formación espiritual”
del cristiano.
Decir que la ética cristiana se sustenta en la fe en
Jesucristo es señalar su verdadera fuente, pero es quedar debiendo en definición
y en conceptualización, pues para definir esta ética se hace necesario acudir a
la historia del cristianismo; hasta llegar a heredar el legado romano y
convertirse en la fuerza religiosa que ostenta actualmente. Y ha sido
precisamente por esta feroz difusión y expansión que ha sido necesario
replantear tanto lo doctrinal como lo ético, de manera que esa fe en Jesucristo
ha estado transformándose constantemente, conforme a la sistematización de los
principios éticos que rigen la doctrina.
Además, la teología ha sido un factor determinante en la
construcción ética de los pueblos y los creyentes cristianos, la doctrina
revelada del católico y de la iglesia ha sido tratada desde diferentes puntos
de vista teológico, y en cada punto de vista siempre ha habido reacomodos
morales, desde los apologistas hasta Pablo, desde Pablo hasta los patriarcas, y
desde los patriarcas hasta la escolástica y desde la escolástica hasta los
tiempos actuales. En todo este transitar siempre ha existido algo que no ha
variado, y es esa categórica determinación de la ética cristiana de que solo lo
conforme a dios o a Jesucristo es lo verdaderamente valido como ético, esto es,
de que la única fuente verdadera de la moralidad es la fe del cristiano y fuera
de ella todo es inmoral.
La ética cristiana ha sido la única que ha tenido un
conflictivo transitar, pues al no tener una raíz o fuente original, ha tenido
que hacerse a través de la prueba y el error, ha tenido que replantearse cada
vez que las situaciones lo han requerido, de ahí que la crítica sea bastante
intolerante. Al no haber una fuente original tal como la tiene las otras éticas
en otras culturas religiosas, la ética cristiana ha tenido que acudir al
respaldo de teorías o posiciones filosóficas, y es ahí donde aparecen los
grandes representantes de la ética cristina, Agustín, Tomas de Aquino, Martin
Lutero entre tantos otros. En todos casos es una ética personalista, en donde
la voluntad y la libertad humana sobran, y aunque sea una ética que se alimenta
de la ética judía que se ha pulido con la ética griega que aun siendo idealista
sabe acoplarse a la ley natural por su carácter de neutralidad.
Lo más trascendental de la ética cristiana son los
evangelios sinópticos, pues estos se constituyen en la raíz de la misma, el
mismo Pablo utiliza estos textos para crear su propio sistema ético, asumiendo
una ética del amor, Pablo utiliza y aplica los fundamentos éticos de los textos
sinópticos para la ejecución de su proyecto eclesial y desde ese momento hasta
la actualidad; la institucionalidad de la iglesia católica se rige en parte por
medio de esta histórica aplicación paulina, y la ética cristiana se hizo
dependiente de la teología tradicional que defiende el carácter de Jesucristo
consustancial con Dios.
ETICA MUSULMANA: Los musulmanes creen y defienden que las
normas morales son arbitrarias, y como tales pueden cambiar de un momento a
otro dependiendo de las necesidades y las circunstancias, pues siendo Dios
quien las decreta, Dios puede cambiarlas cuando quiera, de manera que la ética
musulmana depende de la religión,[7]pues es a través del
mandato divino que se establece el orden moral. Es la ética de la sumisión, pues según el
musulmán, en la sumisión está el equilibrio moral tanto personal como en la
sociedad, la sumisión a una concepción monoteísta que determina la moral
musulmana del individuo y de la comunidad, la cual consideran “la mejor de las
comunidades”, la privilegiada por Dios, tal como los judíos también se
consideraban el pueblo preferido de Dios y tal como los cristianos se
consideran ser los únicos en alcanzar la salvación por medio del enviado de
Dios a la tierra.
La ética musulmana no escapa del contagio con el helenismo,
especialmente el neo-platonismo que ha sido introducido por los filósofos
islámicos que fueron los primeros en traducir los textos griegos, especialmente
de Platón y de Aristóteles, aparte de esto; también tradujeron los textos
bíblicos, de ahí, que en el Corán los personajes sean los mismos que entre los
textos bíblicos judíos. El profetismo como idea ideológica religiosa ha sido
adoptada y adaptada en la religión musulmana, la concepción monoteísta basada
en mandamientos y revelaciones divinas son parte de ese sincretismo religioso
islámico, la fundamentación teológica islámica tiene las mismas bases que la
judía, y las diferencias que se dan entre ambas, y con el cristianismo
corresponden únicamente al orden político. El islamismo es una organización
política y luego es religiosa, la religiosidad islámica se convierte en
“palabra de Dios”, “en mandamientos” o en “revelación divina” en función de un
ordenamiento social-político, y la ética y la moral son los constituyentes
normativos y legales de ese ordenamiento, desobedecer cualquiera de estos
estamentos éticos o morales es transgredir el ordenamiento político y ya no
tanto social, pues antes del orden social primero está el poder político, de lo
contrario la legislación o la penalización
no sería tan radical.
Los filósofos musulmanes al tratar de darle un giro
racional a la ética han sido precisamente para corregir este arrebatamiento o
esta vinculación de lo meramente político, la vinculación de la ética al
conocimiento teórico fue en su tiempo un intento de desvincular lo político, el
movimiento Sufis o sufismo como el aspecto místico del islamismo también ha
sido un intento de darle a la religión una dimensión exclusivamente “divina”,
la pureza y la sabiduría buscada por el Sufi, o la búsqueda del amor de
Dios y el conocimiento de Dios le dan a
la región islámica ese carácter de exclusividad mística y no esa mezcla con
política, tanto así que, en el islamismo no se distingue entre lo religioso, lo
social o lo político.
Pretender que el islamismo sea una religión pura u original
es igual que pretender que el cristianismo también lo sea, de manera que,
tampoco lo será la moral y la ética, pues esta dimensión humana ha sido
alimentada por filósofos y teólogos que han contribuido con legados muy
importantes, tal es el caso de Al Farabi (950 CE) de influencia platónica,
aristotélica, de Plotino , Porfirio y el neoplatonismo, IBN Sina (Avicena,1037
CE) con sus estudios e interpretaciones de Aristóteles contribuye directamente
en la racionalidad de la ética islámica al igual que lo hizo Averroes, (1198
CE), de igual manera la teología de Al-Ghazadi (1111 CE) fue fundamental para
la espiritualidad islámica después del Corán.
LA ETICA EN LA ANTIGUA GRECIA: Los grandes exponentes de la
ética griega son los filósofos Sócrates (469-392), Platón (427-347),
Aristóteles (384-322). Y han sido los romanos los que han rescatado este
pensamiento, la Republica o el Estado Romano ha utilizado la filosofía de estos
pensadores como doctrina pedagógica y sobre todo como ideología social. La idea
de una participación racional de los seres en la comunidad se convierte entre
los griegos como una única opción de mantener el ethos o espíritu de la
comunidad, “ la ética griega puede considerarse en gran medida una reflexión de
la superposición de un ethos sustancialmente individualista ”(3) Pues una
comunidad se desintegra o se corrompe porque su espíritu o ethos pierde la
orientación, de ahí que, solamente una iniciativa de reflexión activa sea lo
más apropiado para la guía social. La filosofía griega les dedica gran atención
a los principios de la conducta humana, tan solo basta con repasar a estos
filósofos para convencerse de la necesidad de comprensión de los mismos para el
desarrollo social, y uno de las primeras manifestaciones sobre la conducción
racional de la conducta humana ha sido sin duda el proyecto de la democracia,
en la democracia griega vemos la libertad humana puesta al servicio del
desarrollo social y como única forma de mantener la cohesión social sin la
necesidad de coerción.
Cuando se hace referencia a que la ética griega se basa en
dos conceptos fundamentales como la felicidad y la virtud se está corroborando
esta idea racional de conducción social. Una sociedad que se rija por
principios racionales necesariamente debe apoyarse en estados emocionales
positivos de la conducta humana, pues de lo contrario, el orden y la conducción
se hace imposible. Pretender captar el concepto de felicidad y de virtud
separadamente es ambivalente, pues por separado cada concepto tiene sus propias
rimbombancias, de manera que para entender estos términos como complementos de
una vida social sistemática y en progreso, debe hacerse en conjunto,
inseparables uno del otro. Pues la virtud consiste en ser feliz, y para ser
feliz hay que ser virtuoso, asi de sencillo, el que es feliz es porque es
virtuoso y el que es virtuoso es porque conoce la felicidad y como es virtuoso la
mantiene o la nutre para que no se desvanezca. El asunto de la felicidad ha
sido siempre mal interpretado, y se relaciona generalmente con el hedonismo y
los bienes materiales, esto es, la felicidad siempre se ha relacionado con lo
placentero, pero lo placentero y la felicidad en ocasiones hasta son
contradictorios. De la virtud siempre se dice que es una habilidad, claro que
lo es, solo que es una habilidad de convivencia, de nada sirve la virtud en un
hombre aislado, pues la virtud del hombre es la habilidad para convivir consigo
mismo y con los demás. Ambas cosas, felicidad y virtud solo pueden
contemplarse, como ideas racionales y no como conceptos míticos, pues la idea
de lo racional entre los griegos fue precisamente para separar al hombre de ese
pensamiento mágico o mítico, mantener a la comunidad unida y progresiva por
ideas racionales y no religiosas, que las buenas costumbres y la buena conducta
del ser y por lo tanto el progreso social tenga una explicación racional, una
explicación racional en las buenas y las malas, o en lo positivo y en lo
negativo.
Entre los griegos, la ética fue una herramienta filosófica
complementaria en la sociedad civil, solo que para hacer un buen uso de esa
herramienta fue necesario referirse a esa dualidad felicidad y virtud como
constituyentes y no como antónimos, como generalmente sucede, sino como
sinónimos, algo así como disposición e inteligencia, como pericia y
comprensión, como conocimiento y técnica, etc., de manera que no hay que buscar
una interpretación compleja, pues son dos conceptos que puestos en práctica no
requieren de la especulación sino de la aplicación, porque la ética griega es
ante todo diligencia en oposición a la actitud y la aptitud del hombre mítico o
fabuloso.
LA ETICA MEDIEVAL Y RENACENTISTA: El periodo en el que se desarrolla este
pensamiento filosófico fue entre el S XI hasta el S XVI, fueron 500 años de
especulación filosófica religiosa sobre cómo debía ser la moral del cristiano.
La escolástica tardía y la corriente humanista se fusionaron para crear esa
hibridez moral entre filosofía y religión, entre tanto la recta razón del
griego se convertía en la fuente o la raíz de la doctrina moral cristiana del
periodo, la Biblia, los padres de la Iglesia y el magisterio de la Iglesia se
convertía en la autoridad rectora de esta moral. Los autores patrísticos del
periodo; Agustín de Hipona y Tomas de Aquino, como los mayores exponentes,
tenían como objetivo hacer una interpretación de las Sagradas Escrituras y de
la Tradición judaica-cristiana bajo la tutela intelectual de la escolástica.
Siguiendo el criterio de la filosofía helenista es que la ética de esos 500
años pasa a ser explicada desde lo religioso tanto como de lo filosófico. Así,
la voluntad humana quedo sometida a tres órdenes: a): la orden de la propia
razón, b): la orden del gobierno humano y c): la orden universal del gobierno
de Dios. Como se puede observar, esta hibrides entre filosofía y religión es
menos que un sincretismo entre la ética griega y la ética judía-cristiana. Pues
entre tanto Clemente de Alejandría sostenía que solamente mediante el ejercicio
de la razón natural se alcanza la forma correcta de actuar, San Jerónimo
planteaba que la buena vida existe en cada hombre como un recurso innato
dispuesto por Dios que lo puede llevar hacia la virtud a través de la sindéresis como una intuición natural
de la norma moral.
Si bien es correcto, las pautas del pensamiento ético de
ese periodo tienen como contexto histórico y filosófico a la escolástica, el
legado judío sigue en vigencia a través de una definición propia del academismo
escolástico que solo pretendía encontrar un equilibrio entre la mutua relación
entre filosofía y religión, entre lo meramente griego y lo meramente
tradicional o judeo-cristiano, una definición tal, que su carga ideológica se
convirtiera para la doctrina cristiana en todo un tratado religioso aunque
incomprensible para muchos ya que por su nivel teórico se convertía en una
abstracción retórica más que religioso o filosófica.
Hay que tener presente que entre esos 500 años del periodo
medieval y renacentista las querellas religiosas fueron muchas, las herejías
que sucedieron en ese periodo constituían una gran amenaza para la ya
consolidada institución magisterial católica, por lo que incurrir en
comportamientos inmorales o “pecados” era cuestión de no acatamiento doctrinal,
y que muchos de estos quebrantos morales fueron precisamente por diferencias
doctrinales.
LA FILOSOFIA MODERNA: Es la ética del renacimiento, (S XVI)
periodo de las luces en el que el hombre como un ser racional y autónomo se
convierte en el centro de la sociedad y de la cultura, por lo tanto, es una
ética antropocentrista. En el periodo de la filosofía moderna surge
consecuentemente una nueva clase social denominada la burguesía. Dentro de
estas nuevas normas éticas o del comportamiento social, la autoridad eclesial
no tiene ninguna injerencia, y por lo tanto es considerado este periodo como el
de la emancipación religiosa, pues la religión es desplazada del ámbito social
predominante. En la secularización de la ética la ciencia se erige como la
única guía social y científica, y la voluntad del hombre es la que rige el
Estado moderno.
Los grandes representantes de este periodo en su mayoría
coinciden en que la voluntad del hombre autónomo es suficiente para ofrecer una
orientación práctica de vida individual y social, en oposición a que “la idea
cristiana del supremo bien y de la voluntad de Dios no es capaz de ofrecer una
orientación práctica” (4)
Tanto Kant como Hume, coinciden en que la moralidad humana
depende de la disposición del individuo y no de ninguna fuente ajena o externa.
“la moral surge de recursos internos de la propia naturaleza humana y no de
fuentes ajenas a la misma” (5)
En Kant lo público se deriva de lo privado, pero lo privado
es parte de esa autonomía moral que se llega a convertir en un asunto de orden
público, pues en última instancia la autonomía individual es lo que determina
el acto moral.
No solo Kant y Hume aportan las normas en la nueva clase
social de la modernidad del siglo XVI, pues tenemos el aporte decisivo de
Montaigne (1533-92) el cual presupone “que cada uno de nosotros podría
encontrar personalmente una forma de vida ajustada a su propia naturaleza”.
También Hugo Cracia (1583-1645) defendió su tesis de que “la moral es un
derecho y como tal es un atributo natural del individuo”, esto es, se es útil o
inútil a la comunidad si el individuo adquiere la disposición de utilidad o si
decide no hacer aportes importantes. Thomas Hobbes (1651) manifestó que por un
contrato social el hombre es quien crea su propio poder para que lo gobiernen.
Jhon Locke (1632-1704) ideo que la moralidad debe imponerse, pues las personas
no son capaces de conocer lo que se exige, por lo tanto, la moralidad se alcanza
por la instrucción, y si es necesario se debe imponer. Pierre Boyle (1681)
sostuvo que la moral pasa a ser algo así como un instinto, y por lo tanto no se
necesita ni ser ateo ni pertenecer a ninguna religión para adquirirla.
Shaftesbury (1711) ve en la moral un sentimiento, pues defendía que la moral se
deriva de nuestros sentimientos y como tales nos permite juzgar que es lo bueno
y que no lo es, que “pertenece a Dios y que pertenece a un demonio”.
Algo relevante en el proceso filosófico de este periodo fue
esa discusión de si la moral se deriva de sentimientos o si se deriva de la
razón, y es aquí donde aparecen Kant y Hume
como los grandes moralistas del S XVIII, según Hume, la virtud es la
fuente de las convicciones morales, la moralidad nos mueve a actuar, entre
tanto la razón no puede hacerlo sola, es necesario que intervengan factores
ajenos a la razón, entre tanto Kant defiende la posición de que la moralidad se
desprende de la naturaleza y de que lo que es correcto es bueno, según Kant
“santidad “ es practicar constantemente lo correcto, pues moralidad es una
expresión de la naturaleza humana.
Según Hegel, la personalidad moral se forma y debe formarse
por la comunidad en que vive la persona, pues la persona como parte de un algo
mayor no tiene la conciencia par auto-reformarse y es solamente la comunidad la
que puede hacerlo.
Por su parte, A. Comte, el juicio moral no pertenece por
naturaleza al individuo, sino que es parte de esa evolución de la sociedad que
va capacitando e instruyendo al individuo para que asuma los actos morales más
convenientes. Y al igual que K. Marx, el individuo no tiene la capacidad
natural para elegir lo mejor para sí mismo ni para conducirse de manera
correcta. El pragmatismo en América reconoce en parte esa autonomía y esa
disposición natural del individuo para elegir, pues a pesar de que el individuo
es parte de un grupo mayor o una fuerza mayor, la capacidad para reformarse a
nivel individual y social está en función de concepciones morales vividas como
experiencias en su vida personal o social.
A manera de conclusión, la moralidad o la conducta humana
no surge en las sociedades de las ciudades antiguas, pues donde quiera que haya
seres humanos nómadas o sedentarios es necesaria una disciplina, pues ni los
animales viven “indisciplinadamente”, ya que todos los animales tienen su
propia forma de vida y sus estrategias para la sobrevivencia, y con justa más
razón los seres humanos. Solo que esta conducta o conductas humanas están
propensas a un cambio continuo, y lo que en otro tiempo fue “bueno” hoy puede
ser “malo” pues lo bueno y lo malo es relativo y subjetivo. Y el esfuerzo de
que la conducta humana tenga regidores y tutores, es algo tan antiguo como la
misma conducta, especialmente por los religiosos.[8] Por tal razón, es que vemos esos cambios
normativos desde las sociedades mesopotámicas hasta nuestros dias, vemos como
la conducta humana se individualiza y como se hace dependiente, pero individual
o dependiente siempre hubieron y seguirán habiéndolas normas de convivencia, y
las mejores y más prosperas sociedades o civilizaciones han sido en donde la
convivencia se hizo posible en las mejores condiciones, gracias a esas normas,
código o leyes, independientemente de si la conducta humana haya sido impuesta
o haya sido por la nobleza o virtud de los habitantes, o si la moralidad haya
sido un mandato divino.
Seguir la trayectoria de la moralidad desde la antigua
Mesopotamia hasta la ética de la modernidad, sería como trazar una curva
sinuoso, con puntos bajos y con puntos altos, de una época a otra, de una
cultura a otra, de una religión a otra, pero esa curva desaparecería en los
siglos XVIII y XX, con la razón al frente de la conducta humana, si bien es
cierto, el Renacimiento sirvió para liberar al hombre de la esclavitud moral de
la religión, la moralidad se convirtió en un asunto teórico propio de las
academias, las discusiones filosóficas sustituyeron por completo la reflexión
espiritual de la moralidad y la especulación moral se convirtió en una
competencia académica por explicar cómo debería ser la conducción social e
individual del individuo, el sentido común de la moralidad simplemente
desapareció como algo práctico, pues los esfuerzos por explicar desde las
academias lo que es la moralidad se basó en discusiones entre unos y otros
abriendo de nuevo las puertas para que la religión retomara el proyecto
esclavista de la moral...
Bibliografía: Peter Singer, Compendio de Ética, Editorial
Alianza, Las grandes tradiciones éticas.
Citas bibliográficas:
(1): Peter Singer, pág. 67
(2): Ibíd. pág. 84
(3): Ibíd. pág. 191
(4): Ibíd. pág. 217
(5): Ibíd. Pág. 218
[1] No
sería correcto decir que la escritura empieza posterior al neolítico, pues 3000
años atrás los chinos ya escribían en conchas de tortuga.
[2]
Considerada la religiosidad y por ende la espiritualidad oriental como una
forma de filosofía práctica, en oposición al filosofar occidental que no pasa
de ser una reflexión rígidamente racional, pus de lo contrario deja de ser
filosófico.
[3] En
el budismo y el taoísmo una vida “preciosa” es una vida virtuosa o una vida
iluminada.
[4]
Los votos son un compromiso consigo mismo que se adquiere para la cultivación
espiritual.
[5] El
amor filial es el respeto hacia los padres, no como el progenitor biológico,
sino como una persona mayor, y este respeto no solo es para con los padres,
sino para con cualquiera otro que sea mayor, el menor siempre estará para
servir y respetar al mayor.
[6]
Mencio separa “mente” del lenguaje como instrumento lingüístico, el asunto es;
como podría la mente tener un criterio sin palabras, pues hasta un mudo por
naturaleza necesita sustituir las palabras por signos convencionales para
aprender, esto es, para alcanzar el criterio de las cosas.
[7] Y
la religión depende de los líderes religiosos y los lideres religiosos son los
políticos.
[8]
Entiéndase por religiosos a todos aquellos hombres o mujeres que
independientemente de la posición que ocuparon se hayan manifestado a sus
súbditos como seres elegidos por una divinidad o por un dios, y claro está,
también los religiosos de las actuales religiones que siempre están tratando de
controlar los actos morales de las personas, cuestionando a unos y otros por no
ajustarse a las normas impuestas desde las religiones.