CICLO 3° TERCERA ENTREGA REPORTE DE LECTURA INTRODUCCIÓN A
LA SAGRADA ESCRITURA:
LECTURA: JOSE ENRIQUE RAMIREZ- KIDD: PARA COMPRENDER EL
ANTIGUO TESTAMENTO, (págs. 32-40)
A MANERA DE INTRODUCCION: La interpretación del texto
bíblico en una cultura depende del nivel social y político de la misma, de lo
que carece y de lo que abunda, ante la carencia la biblia es un extraño “pan”
que no se sabe con qué se come, pero es buen pan y hay que “comerlo”, y ante la
abundancia es solo un libro guardado y hasta bien protegido que debe estar en
el centro de la biblioteca, en ambos casos, el lector comúnmente; lee pero no
comprende, cree entender y por lo tanto cree poder convertir el “mensaje” en
experiencia, pero lo leído no es venido de alguna experiencia de vida, tal como
lo sería una enseñanza venida de la experiencia de un ex-convicto, un
ex-drogadicto, un ex-matrimonio, etc., por lo tanto la lectura no puede
convertirse en testimonio de vida, a lo más que puede aspirar es a convertirse
una lectura bíblica es en una ostentación religiosa, y como tal en una actitud
pregonera.
Es estar en lo correcto cuando se afirma que los textos
bíblicos fueron en su tiempo escritos con recursos literarios propios de la
época, y mucho antes de que estos fueran escritos ya existían valiosos libros
escritos en prolija prosa y fecunda lingüística. Y quienes escribieron estos
textos no estaban utilizando un lenguaje oculto para que fuera descodificado en
el futuro; en nuestro tiempo, pretender que el relato del génesis atiende a
conflictos humanos es esforzar los mismos a que parezcan como “conflictos
humanos”, pero eso sería alejarse del relato, de un relato seudocientífico; al
igual que muchos otros han pretendido y han presumido de la pseudo-ciencia que
han construido. Quienes escribieron estos textos algunos estaban defendiendo
sus ideas “científicas”, sus territorios, su cultura, su religión y hasta el
poder político y económico, entre tanto otros estaban defendiéndose de sus
vecinos opresores, otros en cambio estaban simplemente haciendo poesía, poesía
turbulenta o revolucionaria. Quizás lo que menos estaban escribiendo estos
escritores hebreos era ideología religiosa, la ideología religiosa se “sembró”
en el texto bíblico, suplantando criterios y estilos literarios propios de la
cultura de quienes re-escribieron los textos bíblicos. Esta suplantación o falsificación
de los textos bíblicos es lo que ha permitido que se siguieran haciendo
injertos, tal es el caso del Nuevo Testamento, el cual puede ser considerado
como un injerto; tanto que no se
pudo alinear con las ideas del Antiguo Testamento y fue necesario hacer una
“segunda parte”, Nuevo Testamento, muy ligado, pero a la vez, muy desligado de
su entronque bíblico.
No se debe pretender que los textos bíblicos sean la
respuesta para toda situación social o política, religiosa o antropológica
porque de hecho no existe esa “superioridad” del texto, tampoco son los textos
bíblicos un tratado de misticismo o esoterismo en donde cada quien puede
encontrar respuestas para aclarar los arcanos de la vida. Existen textos que
ocultan un mensaje, y en un esforzado análisis se pueden descubrir secretos del
mismo tal es el caso del gnosticismo si fuera el caso, pero la biblia no es de
esos textos, porque el valor real de los textos bíblicos es precisamente por
ese folclor de pueblos nómadas, por esa antigüedad literaria de temas
religiosos que se enlazan con otras culturas vecinas y afines por estar bajo el
dominio de otras culturas más poderosas, opresoras y expansionistas, y es en
este encuentro de culturas donde surge ese valor histórico atribuido a los
textos bíblicos, con un característico estilo literario que no es solamente
propio de una época, sino que también es propio de situaciones sociales y
políticas complejas. Y como haciendo
mérito de esa condición errante o nómada de estos pueblos, su bagaje cultural e
ideológico religioso fue incrustado en la posteridad, en otras culturas
totalmente ajenas y sin ningún parentesco con la cultura hebrea. El legado de estos pueblos nómadas se
convierte por una estrategia de la política expansionaría en punto de partida
cronológico para un “nuevo mundo”, un nuevo mundo que se inicia desde “cero”.
Es así, como occidente adopta y adapta con fines políticos más que religiosos
la época de estos pueblos a través de su particular literatura como una guía de
vida, como la vida misma.
Los textos bíblicos no son como una ventana desde donde se
mira ese horizonte que se confunde con la vida misma, como temas convertidos en
ideología religiosa pretenden llegar a constituir la vida misma, pero como
textos deben ser re-leídos para ir más allá de esa primera “mirada”, y es en
esta re-lectura donde Kidd llega a la conclusión de que la religión no es la
vida misma, sino “una dimensión de la vida” (1). Es correcta la afirmación de
que los textos bíblicos a través de los personajes, imágenes e ideas forman
parte de ese bagaje simbólico de la cultura occidental, pero esto solo es
correcto en cuanto el lector sea un lector “cabizbajo”, esto es, un lector
perezoso que no quiera “levantar los ojos y ver más allá” (2).
Ramírez Kidd defiende los textos bíblicos, la defensa que
hace o la exegesis en cuanto defensa no es muy diferente de esas otras clásicos
apologistas o exegetas bíblicos. El pretender que los textos bíblicos tienen un
sinnúmero de significados es prueba de esa defensa, el pretender que el lector
o una cultura pueda encontrar la vida dimensionada en el clamor de autores
hebreos y la pseudo-ciencia de otros hebreos es también una continuación de la
exegesis bíblica, solo que, en otros contextos políticos y sociales, en otra
época y en otra cultura. Tratar de acomodar algunas de las incoherencias de los
relatos bíblicos en coherentes concepciones modernistas es seguir colocando la
biblia en el centro de la biblioteca.
Los condicionamientos culturales de los textos bíblicos y
la necesidad de “levantar los ojos y ver más allá” se constituyen en parte de
esa defensa de la significación serial de los textos bíblicos, y surgen en una
determinada cultura en función de ese sentimiento religioso que se intensifica
en función de las necesidades apremiantes y recurrentes. Un ejemplo claro es
Latinoamérica y su teología de la liberación.
Y es en estas necesidades y situaciones de carencia que el
texto bíblico se convierte en un instrumental social, en oposición a otras
situaciones sociales y políticas en que el texto bíblico se ha convertido en un
instrumental de opresión y de dominio.
Solo así se puede afirmar ese significado serial de los textos bíblicos,
pero no es porque el texto es un “mar profundo” de significados, es porque la
cultura a través de sus especialistas así lo determinan o lo decretan, y esto
tampoco se diferencia mucho de los históricos decretos que han sido los
cimientos institucionales de la religión. La posible lectura de los textos
bíblicos no es porque los mismos tengan esa dimensión anfibológica, es porque
los cambios sociales de cada época permiten que lo que fue en otro tiempo una
ingratitud sea en este una gratitud, que lo que en aquel tiempo constituyo una
contravención; en este sea un despertar de conciencia, tal es el caso del
primogénito que Abraham se negó a ofrecer en sacrificio, y su negación no fue
una rebeldía sin causa, fue simplemente un ajustarse a los tiempos modernos de
la época, a los cambios del entorno social de la época, “al cambiar el entorno
político y los valores de la sociedad cambian, correspondientemente, las
posibilidades de la lectura de un texto, de sus personajes y de sus temas” (3),
Abraham estaba re-interpretando las tradiciones y las actualizo dejando de
ofrecer sacrificios humanos de inocentes, los franceses vieron muy conveniente
rescatar la traición de Caín y convertirla en heroísmo, sus justificaciones
tenían, solo que esta inversión textual sobre Caín corresponde a una conveniencia
del momento y no a una corrección o actualización de la tradición, tal es el
caso de Abraham.
Leyendo a Ramírez Kidd pareciera que las tradiciones
bíblicas siguen en vigencia, solo que se trata de una vigencia que se
actualiza, y una actualización bíblica es precisamente estar ubicando
convencionalmente su tradicional e inequívoca lectura a los cambios sociales,
pero sobre todo abordando sus textos desde la hermenéutica de las ciencias
sociales; esto es, desde las diferentes posibilidades interpretativas a la
“luz” de hallazgos históricos y antropológicos; en especial. La actualización de los textos bíblicos es
una mediación o intromisión de las ciencias sociales y nunca el descubrimiento
de una nueva revelación, si los textos bíblicos tienen alguna utilidad es
porque el lector o la cultura así lo disponen, es porque así lo decretan o lo
aceptan.
LUIS RIVERA PAGAN: FUNDAMENTALISMO Y HOMOFOBIA
Una vez más; las “sagradas escrituras” sirven de apoyo para
hacer interpretaciones convenientes a unos y en contra de otros, la
pluri-significación de los textos bíblicos es inagotable en situaciones de aceptación,
pero agotable en situaciones de no aceptación, la pluralidad textual o la ambivalencia
del texto pierde significación cuando se respaldan situaciones no tolerables. Acudir
a los textos bíblicos para repudiar los derechos feministas, las relaciones de
pareja, la homosexualidad se convierte en una prueba fehaciente de que esa
dimensión inagotable de significación de los textos bíblicos se agota en la
intolerancia y el fundamentalismo religioso. Y eso es lo que Pagan nos trasmite
en este ensayo, la lectura bíblica para frenar el impulso de la modernidad y la
pluralidad religiosa, la pluralidad de devociones culticas dentro de una misma
Fe; las relaciones de pareja y el reclamo de las mujeres por sus derechos, el
reclamo de los derechos civiles de los grupos homosexuales, en fin, la lectura
bíblica para delimitar las fronteras de lo socialmente aceptable y legítimo.
(4)
“Guerreros de la Fe” es el grito de guerra de estos
dogmáticos defensores del texto bíblico, y libran con su intolerancia una
batalla contra todos estos movimientos modernistas, en medio de un “arcoíris de
espiritualidad” (5) se oponen antes las interpretaciones metafóricas del dogma
teológico, y ante las aspiraciones de las mujeres en la práctica ministerial y
el sacerdocio, pero sobre manera ante los derechos civiles de las personas que
se salen de lo convencionalmente aceptado y legítimo, tal es el caso de la
diversidad sexual que reclaman la legitimidad religiosa.
Los derechos civiles de los homosexuales no deben ser otros
que los de la comunidad heterosexual, y asi mismo como Pagan denuncia la
lectura bíblica para condenar esta orientación sexual así mismo recurre a una
lectura bíblica que libera la homosexualidad, solo que en esta lectura los
homosexuales están al lado de los indigentes y desvalidos. Parece extraño y
arcaico que un tema como la sexualidad ya sea una orientación improductiva o no
lo sea, tenga que recurrirse al texto bíblico para legitimarla o condenarla, la
homosexualidad es un derecho individual y como tal existe y se práctica,
independientemente si es saludable o no lo sea. En una sociedad en la que cada
vez más se reconoce la legitimidad y la autonomía del placer sexual, estar
luchando contra las orientaciones sexuales se convierte en un retroceso, tan
similar como las estériles discusiones sobre los dogmas teológicos siglos atrás,
pretender condenar la homosexualidad como “degeneración moral” es una condena
muy propia de esos líderes religiosos que siempre han permanecido condenado la
sexualidad como una práctica impura y útil solo en la reproducción.
Estos líderes religiosos que se oponen a los cambios de los
tiempos son los mismos, al menos en actitud, a aquellos que se enfrentaban a
las supuestas herejías, y Rivera Pagan hace una relación de los mismos con los “santos”
inquisidores, que con sus intervenciones “se proclamaban sagrados figones y
auditores de la intimidad personal” (6).
Los asuntos de moralidad sexual siempre han provocado la
morbosidad de los líderes religiosos, la educación sexual, los métodos
anticonceptivos y reproductivos, el aborto, etc., han sido para estos líderes
un tabú que debe ser controlados por ellos mismos, para esto líderes, según
Pagan; la biblia siempre ha sido el libro de consulta para enfrentar y
“solucionar” este tipo de situaciones, y esta vez la lectura buscada será la
que discrimine y la que condene y persiga “a quienes defiendan el derecho a la
intimidad de sus orientaciones sexuales” (7).
La reflexión sobre la homosexualidad se ha convertido en un
tema tratado casi que con la misma intensidad que fueron tratados temas como lo
esclavitud, si el alma estaba presente en todos los hombres o solo había unos
que eran privilegiados, si la mujer tenía los mismos derechos que los hombres,
etc. (8) El prejuicio y la ignorancia sobre la sexualidad se agrava entre la
homosexualidad, y de nuevo se acude a la lectura bíblica en busca de respuestas
y soluciones; unos para condenar y otros para justificar, la biblia se
convierte en estos casos en un subterfugio ya sea para discriminar o para
legitimar acciones humanas que se apartan de lo “acordado”, “decretado” y
“establecido” como legítimo e igualmente lo que es ilegitimo.
Apunta Rivero Pagan, refiriéndose al homosexualismo, que la
publicidad que se hace actualmente al homoerotismo ha logrado disminuir el
prejuicio y por consiguiente la homofobia hacia estas comunidades y personas es
cada vez menor, “se gesta un profundo cambio en la cultura y la mentalidad
popular” (9) y como tal una aceptación relativa, porque siempre la
homosexualidad será una inversión más que una orientación. Cita Pagan,
películas, novelas y canciones donde se alude al homoerotismo como parte de esa
diaria publicidad, y es que hoy se insiste en introducir la homosexualidad en
el quehacer cotidiano, son pocos los videos musicales en donde no aparezcan
mujeres besándose, porque al parecer el homosexualismo femenino “vende mucho”,
por su parte la homosexualidad entre hombres es menos publica, o “vende menos”,
en fin, produce mayor morbosidad la homosexualidad femenina. La bandera de la
homosexualidad ondea en muchos lugares públicos y ya nadie se sorprende, y son
pocos los que escandalizan.
Desde mi punto de vista personal; la homosexualidad no es
algo que rechace ni algo que acepte, a mi entender, la homosexualidad no es
exactamente una “decisión sexual”, quienes se convierten en homosexuales es
porque padecen un problema hormonal, un problema hormonal provocado por los
cromosomas. Todos los seres humanos tenemos cromosomas de ambos sexos, lo
masculino y lo femenino es parte de la condición biológica de la animalidad
vertebrada, hasta en especies diferentes a la humana la practica homosexual se
verifica.
A grosso modo, y en
la mayor brevedad posible, respecto a la homosexualidad animal; la
homosexualidad se trae genéticamente en aquellos que desde su nacimiento traen
ya una “desconfiguracion” cromosómica, en algunos es tal, que la condición
hermafrodita se manifiesta, en otros seres la desconfiguración empieza a
provocarse en la lucha cromosómica, en el hombre, los cromosomas femeninos que
por naturaleza tienen una mayor organización biológica (tanto como para
organizar la creación de un nuevo ser) tratan de reacomodarse en la condición
masculina y en ocasiones terminan imponiéndose en lo masculino, terminan “vistiendo” o “descoloreando” los restantes
cromosomas masculinos, y lo masculino tiende a lo femenino, se “travestiza” o
se “hembrea”. En la condición femenina,
en ocasiones la lucha cromosómica, aunque la presencia de lo viril sea menor,
el “machismo” de lo masculino termina imponiéndose por la fuerza y lo femenino
adquiere matices masculinos, cuando estos matices son muy intensos la mujer se
“hombrea” ya sea en actitud o en los rasgos físicos. La lucha cromosómica es
continua, siempre se está liberando en los seres, es la misma lucha entre el
espíritu y la carne, especialmente en los seres pensantes, y es por eso que
muchos hombres y mujeres terminaron cediendo, algunos en edad temprana otros en
edad avanzada, los que no ceden ante esta minoría cromosómica son aquellos
seres que se impusieron al impulso animal, los que espiritualmente tienen mayor
dominio sobre su naturaleza animal y lograron imponerse a la “carne”, aunque en
ocasiones el prejuicio moral participa activamente y la resistencia les
funciona, los que sucumben a la minoría cromosómica permitiendo que esta
minoría sea la que decida la orientación sexual son los que tiene una mayor disposición hacia
lo animal, la espiritualidad en estos no les alcanza para sostener una lucha justa entre sus principios
biológicos.
El hecho de que tolere, respete y acepte sin censura la
diversidad sexual no implica que calle e ignore la verdadera causa de la misma,
o que ignore que la homosexualidad sea un padecimiento, y por cierto; la forma
en que se puede evitar y superar este padecimiento me es muy similar a ese
requerimiento bíblico de la superioridad del espíritu sobre la carne o la
condición animal, esa disposición plena hacía lo espiritual para no caer en el
sufrimiento de los padecimientos, y no ser víctimas “de los estigmas y
sufrimientos que padecen los homosexuales a causa de la homofobia
eclesiástica...el sufrimiento agudo y profundo que las actitudes de
intolerancia y discrimen de iglesias y agrupaciones religiosas fundamentalistas
infligen a las personas de orientaciones sexuales diversas” (págs., 6-7)
CITAS BIBLIOGRAFICAS:
(1): J E Ramírez Kidd, Para comprender el Antiguo
Testamento. Pág. 34
(2) Ibid.
(3) Ibid. pág, 36
(4) Luis Rivera Pagan, Fundamentalismo Religioso y
Homofobia, pág. 4
(5) Ibid.
(6) Ibid. pág. 8
(7) Ibid. pág. 12
(8) Ibid. pág. 14
(9) Ibid. pág. 17
(10) Ibid. págs.. 6-7